Izan y el presidente están por encima del bien y del mal, porque nos desvelan lo más íntimo que un hombre o una mujer pueden ocultar. Sus pensamientos más perturbadores y reflexivos, sus temores y arrepentimientos, la culpa o vergüenza que les atormenta. E incluso sus lágrimas o los actos más románticos y crueles de lo que son responsables, los descubrimos al leer Culpable. Una premisa que nos obliga sí o sí a leer las páginas escritas por Rowland.
A través de ricas descripciones poéticas y narrativas, referencias culturales y una estructura sólida que va encajando entre sus párrafos y capítulos, Rowland también nos enseña, que el fanatismo ideológico, la falta de moral y las ansias de poder, solo traen indiferencia, desprecio y odio, pero también violencia y miseria que sufren los más débiles.
Y debo dejar constancia, que me ha sorprendido la construcción de los escenarios y decorados, a través de unos personajes de tinta y papel que respiran y sus corazones laten. El borrador que nos pasó ya tenía el tono y la frecuencia correcta cuando analizamos su trabajo. Los capítulos asumen la extensión mínima y deseable, y una textura suave y a la vez áspera, para que la historia que nos narra sea entendible, a pesar de la complejidad psicológica de algunas piezas del puzle que Relieve va a publicar. Por lo que recomiendo que lean Culpable, no les defraudará.
Matthew Evans, diseñador gráfico.
Sevilla, 11 de enero de 2024