La segunda parte de Culpable es donde la película de Rowland comienza a ponerse interesante. Y es cierto, porque entra en escena Izan, unos de los personajes literarios más tridimensionales que he conocido desde antes de ser editora. Izan es una suma de matices y contrastes que lo hacen especial, un chico complejo y atormentado que se entregará a Inma, su diosa pagana y su perdición.
Eso significa que Culpable oculta una historia romántica por su realismo y tragedia, describiendo a su chica a través de referencias culturales y con adjetivos poéticos y sombríos; ofreciendo así, fotografías íntimas y de una belleza única en la Tierra. Inma es fragilidad y la exaltación que provoca que un chaval que está terminando el instituto, y cuyas pasiones hasta conocerla eran las matemáticas, las novelas de ciencia ficción y el ajedrez, termine siendo un depredador y su centinela.
Noly Salgado, editora.
Denia, 1 de abril de 2024