Hoy hablaremos de literatura

Hoy hablaremos de literatura. Más allá de la novela, ¿escribes otros géneros literarios? Y, si es así, ¿cuáles son? La respuesta es sí. He escrito cuentos infantiles, relatos, libros de poemas y de cartas, y varios ensayos que están sin terminar en varios cajones de IKEA.

¿En qué género narrativo te sientes más cómodo? En el cuento infantil.

Pues no lo parece, te veo más cómodo “acuchillando” a los políticos españoles. No te voy a mentir, pero es más una terapia y un mensaje de protesta.

Volviendo al tema anterior, ¿por qué te sientes más cómodo escribiendo cuentos infantiles? Por la extensión de los textos y sus implicaciones culturales y familiares.

Y, en términos narrativos, ¿qué nos puedes decir de los cuentos? Que son historias muy entrañables que están dirigidas a los más pequeños y a sus padres, y que tienen una gran profundidad humana. En algunos de esos cuentos no hay diálogos, lo que los hace más poéticos y filosóficos. Sin embargo, la mayoría de las narraciones infantiles que he escrito sí tienen diálogos, y eso les aporta un mayor registro de voces y situaciones (algunas cómicas y otras trágicas).

¿Y nos puedes adelantar cuáles son los títulos de algunos de esos cuentos? Uno de los cuentos al que más cariño le tengo es una versión actualizada de El ratoncito Pérez. Hay otro cuento que se llama El pequeño Data, que está inspirado en Pinocho. Y también hay una colección de unos veinte cuentos basados en El principito.

Y, de los relatos, ¿qué nos puedes decir? También me siento muy cómodo escribiendo relatos. Y el motivo principal es el mismo: al tener una extensión muy corta comparada con la novela, los trabajos de relecturas y corrección son más llevaderos, y los tiempos son muy cortos.

¿Estás diciendo que no te gusta escribir novela? Sí y no, porque es un género complicado, al menos para mí, que suelo escribir muy rápido, al ritmo de entre veinte y cuarenta páginas por día si hay mucho diálogo. Pero, insisto, después vienen las relecturas y correcciones, que suelen ser varias; un obstáculo para escribir nuevos textos de nuevos proyectos. Esa es la realidad, y solo queda resignación.

¿Cuarenta páginas por día? No siempre, también hay jornadas en las que escribo cinco o diez páginas porque he estado leyendo. La documentación también es un proceso lento y necesario.

¿Internet te ha ayudado a ser mejor escritor? Sin Internet, no sería escritor o, al menos, y ya lo certifico, no sería el mismo escritor que ahora está siendo entrevistado.

¿Por qué? Porque, gracias a que puedo entrar en la mayor biblioteca de la Tierra, tengo acceso inmediato a todo tipo de imágenes, infografías, gráficas, vídeos, artículos, entrevistas o libros, sin olvidar todo el contenido generado por los youtubers, y así documentarme. Es una cantidad inabarcable de información, uno de los mayores tesoros de la humanidad. En 1995, hubiera sido imposible documentarme en la mayor biblioteca de la Tierra, porque no existía nada parecido. Incluso en el año 2005 Internet era un páramo si lo comparamos con todo el contenido que existe en la actualidad.

¿Eres de los que piensa que las generaciones nacidas a partir de 1995 no valoran Internet ni la tecnología que tienen a su alcance igual que lo hace un analógico? Pues no. En parte, porque no tienen un punto de referencia anterior a la era digital, y es comprensible. Y, aparte, como son unos dejados que consumen contenido frívolo que no aporta nada, no pueden apreciar el valor absoluto que tiene Internet. Pero siempre hay atípicos que sí aprovechan los tesoros que ofrece la red global de conocimiento que ha construido la humanidad en las dos últimas décadas.

Volviendo a los textos infantiles, ¿cuánto tardas en escribir un cuento? Varios días, quizá una semana o dos. Los más complejos, como El ratoncito Pérez o La leyenda del arquero (un cuento que narra los orígenes del ajedrez), he tardado alrededor de un mes de trabajo en terminarlo. El proceso es lento. Hay una primera escritura automática en la que tardo una semana, con lecturas internas. Después, una pausa. Y comienzo a escribir otros cuentos. Y, después, lo retomo. En ocasiones, al cabo de una semana, un mes o un año, vuelvo a retomar el cuento. No hay un protocolo fijo. Y las fechas en las que suelo escribir cuentos son de octubre/noviembre a febrero (es una aproximación); a excepción de Los cuentos del navegante (que están basados en El principito), que escribí en verano, hace ya unos años, quizá porque la historia transcurre en el desierto del Sahara.

Y, una novela, ¿cuánto tiempo tardas en escribirla? Varios meses. Pero, insisto, el problema son las segundas lecturas y las correcciones, que, en el caso de Mantis Religiosa, y más siendo una pentalogía, me ha llevado más de un año, y he tenido que descartar cientos de páginas para Máscaras y Luto.

¿Por qué es un problema? Porque me rompe el ritmo creativo.

Tengo una duda, por mi oficio: ¿cuál es el mecanismo que hace posible que surja un nuevo libro? Lo causa cualquier elemento externo a Rowland.

¿Por ejemplo? Los cuentos que están basados en El principito; o la trágica muerte de Laura Luelmo, un acontecimiento que me obligaría a escribir Laura. En otras ocasiones, es una película o una serie de televisión. También me ocurrió lo mismo viendo una entrevista en la que hablaban sobre el estudio del envejecimiento humano y si era posible que vivamos doscientos años, o incluso alcanzar la inmortalidad.

¿Has escrito una novela sobre el posthumanismo? Sí, aunque en realidad es otra pentalogía de la que me queda por escribir el quinto libro y repasar los cuatro primeros. En teoría, iban a ser las primeras obras que publicase Relieve; pero, después de los primeros meses de la pandemia, surgió el proyecto de Mantis Religiosa, que era más comercial, son unos libros con fecha de caducidad comercial.

¿Y la pentalogía sobre el posthumanismo? Está en otro cajón. En teoría, saldrá la primera novela para la primavera de 2024.

¿Has escrito el ensayo Democracia Totalitaria? No.

¿Por qué? Porque es una construcción ficticia dentro de Mantis Religiosa.

¿Y si Relieve te pidiese escribir Democracia Totalitaria? Les diría que lo tengo muy difícil.

¿Por qué? Porque carezco de los conocimientos suficientes para escribir un ensayo de esa complejidad e importancia.

¿Y no sería un reto para ti? Sí, pero necesitaría mucho tiempo y recursos para escribir Democracia Totalitaria.

¿Y no merecería la pena? Supongo que sí, pero no me veo adentrándome en ese jardín.

Vale, ahora una pregunta incómoda: ¿cuándo comenzaste a interesarte por la política? La política en sí misma nunca me ha interesado ni me interesa. Pero, en un contexto literario, comencé a interesarme en septiembre de 2017 (con la que liaron Carles Puigdemont y Asociados en Cataluña). Esos acontecimientos abrieron todo un nuevo camino literario para mí. Y ver a los asustadizos y acomplejados del Partido Popular solucionando un problema que, en parte, habían creado ellos y que les venía grande no tuvo precio. Todo televisado, fotograma a fotograma, era surrealista, cómico y hasta patético y lamentable. Ni Santiago Segura, que tiene tanta imaginación, hubiera escrito un guion de esa calidad. El esperpento escenificado en las calles de Barcelona y en el Congreso.

¿Cuál ha sido el primer libro que has escrito influenciado por la política? Fueron dos ensayos sobre Cataluña que están en otro cajón de IKEA. Después, vendría una novela que publicaréis en octubre de este año, cuando se cumpla el quinto aniversario de la huida de Carles Puigdemont a Bélgica.

¿Y tendrá una buena acogida en Cataluña? Supongo que sí, es una novela escrita desde el humor y para que todos reflexionemos.

¿El título de la novela? TRAIDORES.

¿Habrá una continuación? Es una trilogía.

¿Una trilogía? Falta por escribir la última, y algunas páginas de TRAIDORES.

¿Cuántas páginas tendrá? Unas cuatrocientas, quizá quinientas.

¿Habrá más narración que en Mantis Religiosa? Sí, porque es un libro que comencé a escribir hace unos cuatro años y le quise imprimir un estilo más clásico, a pesar de ser una novela urbana. Aunque la verdad, no me acuerdo bien de lo que he escrito y, si soy sincero, aún tengo que escribir una parte.

¿Y lo vas a tener para octubre de 2022? Lo intentaré.

Las últimas preguntas: tengo entendido que estás escribiendo una novela en la que el protagonista es Pedro Sánchez Castejón, el presidente de España, ¿es cierto? Sí.

¿Y cuándo la vamos a publicar? A finales de junio de este año.

Un libro que estás escribiendo ahora, ¿no? Llevo escritas cincuenta páginas.

Perdona, dirás que te quedan cincuenta páginas por escribir. No, no. Has oído bien, llevo escritas cincuenta páginas.

¿Y aseguras sí o sí a tus lectores y a Relieve que la vas a tener escrita para este año? Claro, es una promesa. No saldré de casa hasta que no la tenga terminada.

¿Ni para un café y otra entrevista corta? Vale, venga, pero prefiero una horchata natural o un té de manzana, canela y trazas de vainilla.

¿Y por qué estás tan seguro de que te dará tiempo de terminar de escribir la novela de Pedro Sánchez Castejón (el presidente de España) y que salga a la venta a finales de junio, si faltarán las correcciones, maquetación e imprenta? En teoría sí, porque es una novela narrada en primera persona, sin diálogos, con un solo personaje, que ya no es Pedro Sánchez. Pero es divertida, porque tiene humor y sarcasmo, elementos necesarios para entretener al público, y abarca muchos temas: qué es la identidad o por qué estamos aquí en la Tierra. El personaje habla de la muerte y de la vida, de religión y filosofía, de la culpabilidad y del arrepentimiento. En resumen, que me resulta más fácil escribir con esa voz narrativa.

¿Y de qué va la novela? “Nuestro presi” se va de escapada un finde de cuatro días con una escort de lujo, y tienen un accidente en el océano Atlántico y mueren. Pero esa es la premisa de la novela (el primer acto), porque, una vez muerto, su alma o conciencia va a un lugar de tránsito entre el Cielo y el Infierno y, al tener su karma en negativo, vuelve a la Tierra reencarnado en un joven y atractivo neonazi de veinticinco años que se arrepiente de su pasado.

¿Y el título de la novela? CULPABLE.

No creo que le haga mucha gracia al presi. A mí me da igual.

Nos encerrarán a todos, todas y “todes”. ¡Tú también con el lenguaje inclusivo!

María Fuentes, editora.

ZAragoza, 14 de marzo de 2022

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