Es una novela experimental que parodia a Pablo Iglesias e Irene Montero. El ensayo ha sido tan extremo que hasta el propio autor se ha retratado a sí mismo. En las páginas de Mantis Religiosa, se describe a Rowland con una técnica llamada “hiperrealismo”. Sara Meyer, desde la ironía, le confiesa a Irene Montero que el autor de Mantis Religiosa tiene tatuada una pequeña araña en el cuello. La reacción de la anfitriona es preguntar si Rowland es un neonazi, por la apariencia externa y su actitud fría y observadora. Dentro de esa misma parodia y crítica social que se estructura a lo largo de toda la conversación entre las protagonistas, la arquitecta adjetiva a las feministas más radicales de “feminazis”. En resumen, Mantis Religiosa es un puzle abstracto y tridimensional que representa una crónica de lo que ha ocurrido en España para desgracia de sus habitantes.
Anabel Centeno, analista.
Alicante, 7 de febrero de 2022