Es una libreta o bloc de notas que los diseñadores gráficos tenemos para realizar los primeros apuntes, con el objetivo de diseñar un logo, encontrar los colores corporativos o llevar a cabo todo el proceso creativo de la marca. También es una carpeta en la que se recopila toda la información de una identidad (ya tenga actividad comercial o la apertura de ese negocio sea en un tiempo relativamente corto). Por extensión, el briefing es una caja de herramientas utilizada por ilustradores, publicistas y gestores de redes sociales (social media). Esa caja de herramientas tiene que cumplir una serie de puntos a modo de guía para que podamos desempeñar nuestro trabajo de una forma limpia, ordenada y eficiente, logrando así los mejores resultados.
En un sentido más práctico, el briefing es información que nos hace falta, que nos facilita el Departamento de Ventas y que guardamos en una carpeta, junto a un cuestionario que realizamos para obtener más información acerca del negocio y conocer las características estéticas y estructurales de los diseños que solicitase (en este caso, sería el de las editoras e inversores a través del coordinador de Relieve). Sin esas entrevistas e información que hemos recopilado en papel (aunque sea en formato digital), no podríamos llevar a cabo nuestra actividad laboral. Otro aspecto importante es averiguar cuál será el futuro público/clientes y qué percepción se espera de la editorial, para así proyectar distintas líneas de actuación y encajar los bocetos con los deseos o peticiones y exigencias de quienes han solicitado nuestra ayuda, conocimiento y trabajo.
Un último apunte que correspondería al anterior párrafo es que los vídeos y las redes sociales también son una información muy útil y de gran valor que utilizaremos para el posterior análisis, desarrollo de bocetos y presentación (si existen y, si no, hay que crearlas). Antes, es preciso elaborar organigramas y atender a las explicaciones y respuestas de los responsables del proyecto. Y un consejo: cuando se lleva a cabo un estudio de mercado (en el área del diseño gráfico y de la publicidad), no hay que limitarse a la competencia. Eso significa que, si en el negocio de vender libros las coordenadas o directrices son belleza, elegancia, lujo y perfección, habrá que mirar web de joyerías, relojes de diseño, marcas de ropa, etcétera (para lograr así múltiples referencias y fuentes de inspiración).
En el caso específico de Relieve, no había contenido (más allá de los libros de Rowland, algunas ilustraciones de Laura y portadas que había diseñado Awen Nest). En paralelo, me uní al proyecto en el momento más apropiado, cuando aún estaban con el catálogo de Rowland y las fechas que se manejaban para la apertura de las puertas eran de dos años; una intensidad de minutos y horas que ya se han diluido entre los mecanismos de los relojes. Aquí estamos; después de cientos de horas de trabajo, de problemas que creímos no resolver y de temores irracionales, hemos conseguido lo impensable; y transmito todos nuestros esfuerzos y logros escribiendo pequeñas entradas en la subpestaña INTERIORES para aportar evidencias y datos históricos de que Relieve es una editorial única en la Tierra, y que yo he ayudado a construirla.
Matthew Evans, diseñador gráfico.
Sevilla, 17 de abril de 2022