Habrá mujeres y hombres despreciarán y pedirán que se prohíba la venta de Traidores, sin haber leído ni siquiera los primeros párrafos escritos por Rowland. Una reacción impropia de quienes viven en Occidente y en teoría defienden la libertad de expresión y los extensos márgenes que tienen los escritores, músicos y otros artistas, para crear obras y expresar lo que piensan, aunque su naturaleza o finalidad, sean contraría a su ideología o fanatismo. Por desgracia, se perderán un libro que está bien escrito y que es entretenido, parodiando a Carles Puigdemont y retratando a la clase política de una España decadente y abnegada. Traidores también es una crónica esquematizada de las últimas décadas de lo ocurrido dentro y fuera del Congreso.
Juan José Escudero, analista.
Córdoba, 1 de febrero de 2024