Laura, Relojes Antiguos y Los poemas de Aylan Kurdi, han sido las páginas más complejas que he escrito nunca. Historias que al narrarlas he llorado con desolación, contemplando el inevitable transcurrir de las horas y de la trágica naturaleza humana, que se estructura en un primitivo mosaico de emociones negativas que son parte de nuestra evolución y esencia. Vectores de comportamiento que la mayoría hemos sabido controlar, al construir civilizaciones cultas y avanzadas, y al vivir en sociedades complejas y abstractas. Para concluir, y con mi más profundo respeto, dejo constancia de que este libro es una advertencia, y un tributo a las víctimas y sus familiares. A la vez, es una prueba de que merecemos vivir sin miedo.
Keith W. Rowland
Granada, 25 de noviembre de 2023