Cuando hablamos, utilizar la palabra crack es relativamente fácil, ya que el esfuerzo fonético para pronunciar primero la “c” y después la “k” no es muy elevado. Las dudas surgen cuando tenemos que escribirla, ya que es un extranjerismo (un término lingüístico que se utiliza para todas aquellas palabras que un idioma adquiere prestadas de otra lengua). La que estamos estudiando ahora es una de las más utilizadas en las últimas décadas.
Según la RAE, se escribe crac (cracs en plural), porque es un préstamo lingüístico que ha sido adaptado a la fonética del español. No obstante, se puede utilizar la forma original que viene del inglés (crack, o cracks en plural), aunque siempre en cursiva. De hecho, es la grafía que se emplea con más frecuencia. La palabra que nos ocupa presenta las siguientes acepciones:
- Persona que destaca muy por encima de la media en su actitud o profesión (se suele utilizar en el fútbol y otros deportes).
- En un sentido negativo (que puede ir desde lo irónico o sarcástico hasta lo cínico), se usa el mismo término crackpara enfatizar que esa persona es todo lo contrario al significado original de la palabra.
- Colapso o quiebra económica.
- Droga sólida de apariencia cristalina que deriva de la cocaína.
Algunos ejemplos de sus distintos usos serían los siguientes:
- Su rodilla hizo crac.
- El crac del 29 llevó a la ruina a millones de estadounidenses.
- ¡Chaval, eres un crack!
- El crack es una de las drogas más adictivas y tóxicas que se conocen.
Si bien es cierto que cabría utilizar una larga lista de sinónimos o equivalencias españolas para crack (“monstruo”, “fenómeno”, “as”, “campeón”, “el mejor”, “fuera de serie”, “número uno”, etc.), podría decirse que, en la actualidad, dichas expresiones han quedado algo anticuadas, y han sido parcialmente sustituidas por crack(quizá por economía del lenguaje y por modas que han perdurado).
Si me preguntan cuál de las dos formas es la que siempre utilizo, respondería que crack. No hay un motivo lingüístico, sino más bien estético y psicológico. Parece que, cuando la escribes con la terminación en “k”, adquiere mayor fuerza y sentido simbólico y de contenido, ya sea positivo o negativo.
Noly Salgado, editora.