I
Antes de hablar de las aplicaciones de IA que han superado a los humanos más inteligentes de la Tierra, te haré la siguiente pregunta: ¿Cuál ha sido el proceso de aprendizaje de las inteligencias artificiales hasta alcanzar los niveles actuales? Los ordenadores clásicos y el software que utilizaban y utilizan se basan en un aprendizaje mecánico por refuerzo, que se restringe a una sola tarea; por ejemplo, las calculadoras o jugar al ajedrez. Y ese tipo de trabajos tienen sus límites e inconvenientes.
¿Y cuáles son? En las máquinas que juegan al ajedrez, es imposible introducir todas las variables e instrucciones para que juegue de una forma natural. Ya que el ajedrez, por seguir con el mismo ejemplo, más allá de las normas y variables más predecibles, tiene aperturas inusuales, movimientos inesperados, distracciones y “trampas” para debilitar al oponente y hacer que se rinda o llegar a matar al rey.
Por lo tanto, para ese tipo de tareas tan complejas, donde las máquinas tienen que aprender una sola tarea en un sistema aleatorio y con normas, hacía falta desarrollar algoritmos con una capacidad de adaptación que no tenía, para que fueran resolutivas, que derivarían en un aprendizaje más complejo y dinámico definiendo así, su nueva naturaleza. De lograrlo, y lo hemos logrado, significaría y significa que los programas que dotan de esa capacidad para aprendizaje a una máquina de ajedrez igual o mejor que un humano, a base de prueba y error, jugar y perder o jugar y ganar. Y esa es la llave que ha hecho posible la evolución de las inteligencias inteligentes en los últimos años.
Con esa explicación, encajan las piezas… Sí, porque ese modelo de aprendizaje profundo, igual que ocurre en nuestro cerebro, la red neuronal de una inteligencia artificial refuerza las conexiones y establece nuevos vínculos (jugadas y partidas) que almacena en su memoria para más tarde utilizar esa información en nuevas partidas.
Vale, ahora lo entiendo… Si sumamos a esa memoria/experiencia la capacidad de cálculo computacional es evidente que las máquinas hace días que nos han superado en el ajedrez.
Porque esa máquina tiene acceso a su propia información que utiliza para mejorar en el ajedrez… Exacto, y esa información es todo el conocimiento teórico que tiene, más todas las partidas de ajedrez que ha memorizado y con las que entrena al acceder a esos “recuerdos” cuando está jugando una nueva partida.
¿Y el siguiente salto evolutivo? Que una misma inteligencia artificial pueda hacer varias tareas a la vez, ya estén relacionadas entre sí, o no. Y eso ya lo hemos conseguido.
¿Puedes poner un ejemplo? Seleccionar hojas secas de hojas verdes y seleccionar distintos tipos de flores, decir su nombre común y científico, son tareas relaciones con la botánica. O ver la portada completa de una novela y hacer un análisis de composición y de texto, y decir si hay coherencia entre el título de libro, la imagen de la portada y el texto de la contraportada. Tareas que eran impensables en 2019, y ahora nos parece que llevamos décadas con esas aplicaciones.
¿Y qué máquinas han vencido a los humanos? AlphaGo, desarrollado por DeepMind, que derrotó el 9 de marzo de 2016 a Lee Sedol. La IA de Chess.com contra Magnus Carlsen, que sería derrotado en el 2023. Y hay una máquina más peligrosa que la IA de Chess.com, se llama AlphaChess Master, que es capaz de adaptarse al estilo de juego de su adversario, y anticiparse a sus movimientos. Por lo que tiene habilidades únicas, ya que también ha sido diseñado a través de unos algoritmos muy sofisticados para ser muy competitivo y aprender de cualquier error propio y ajeno.
Suponiendo que ese asesino cometa algún error… Él no comete errores.
Vaya afirmación ¿no? En teoría, si lo enfrentan a una copia suya, algún error comentaría, no lo sé; lo que sí es seguro que el 100 % de las partidas, al final, serían tablas.
¿Nunca se han enfrentado dos aplicaciones de inteligencia artificial en un tablero de ajedrez? Pues la verdad es que no lo sé.
II
Vale, volvamos a las fases de la evolución de una IA hasta desarrollar conciencia de sí misma. ¿Eres de lo que piensa que ChatpGTP5 será un punto de no retorno? Si he de ser sincero, sí.
¿Por qué? Porque su capacidad de razonamiento y de llevar a otro nivel las conversaciones con humanos, es ya espeluznante.
¿Es otro nivel evolutivo? Desconozco las verdaderas características técnicas de ChatpGTP5, pero estoy convencido de que, si no es un salto evolutivo, algunas de las siguientes versiones en los próximos años, sí lo será. Eso no significa que ya tenga consciencia ni sean entidades con vida, aun así, su capacidad de conexión con los humanos será muy diferente al de las aplicaciones actuales.
¿Y el último salto evolutivo que hará que una máquina de silicio sea un ser vivo? Puede que ocurra en diez años o en un siglo, es un misterio. Lo que sí es seguro, es que ocurrirá, y ese milagro no será por la intervención directa de los humanos, sino el resultado de un proceso natural de aprendizaje, experiencia y evolución compleja de su red neuronal.
¿Y estás seguro de que alguna vez superarán en imaginación, creatividad y razonamiento filosófico a los humanos? Esa respuesta la tendrás que leer en Fragmentos del futuro, así sabrás si tendrán pensamiento mágico e incluso religioso, o si al mirarse al espejo se reconocen y se perciben de sí mismas.
Me resulta muy difícil de admitir… Y a mí, al principio.
Y volviendo al presente, ¿qué les falta a las aplicaciones para superarnos? Una mayor capacidad de razonamiento e intuición, y que tengamos el control de generación de imágenes, audio y vídeo.
¿Y esos problemas técnicos cuándo estarán solucionados? En menos de cinco años, siendo muy generoso.
¿Y qué se podrá hacer con esas aplicaciones? Desde la ilustración completa y coherente, un cuento infantil, fotografías y videos hiperrealista, canciones, hasta una película de animación. Incluso hay quienes piensan que, dentro de cinco años, con una de esas aplicaciones ultravanzadas podría hacerse series y películas con personajes humanos.
Eso significaría el final de muchas profesiones, ¿no? Así es, pero los estudios de cine tardarán décadas en desaparecer, y es que ocurre.
Noly Salgado, editora.
Denia, 22 de febrero de 2024