Seguimos hablando de Fragmentos del Futuro y tus explicaciones, con lo que la siguiente pregunta es obligatoria, ¿no puedes estar equivocado con tus predicciones? No.
¿Por qué no? ¿Cuántos problemas tenemos en la Tierra hoy?
Yo soy las que hago las preguntas… Superpoblación, recursos limitados, guerras entre países vecinos, conflictos internos, amenazas biológicas y nucleares o nuestra relación con la naturaleza.
La verdad, que es un asco… Siempre ha sido un asco, porque siempre ha habido guerras y desigualdad social. La diferencia es que ahora se acerca un cambio a escala global.
¿Un nuevo orden mundial? Al principio será sutil, ya lo está siendo, hasta que acabemos acotados en nuestras zonas urbanas que no asignen.
Eres un paroico, y te lo digo con cariño… No, estoy teorizando.
Ya, Rowland y su imaginación literaria… ¿Conoces la ventana de Overton?
Sí, claro… Pues ese modelo teórico explica por qué ciertas ideas sociales o políticas que se consideran prohibidas o rechazables, al final, tras un mecanismo sutil y complejo de manipulación, acaban siendo aceptadas. Por ejemplo, tener menos privacidad, a cambio de más protección del Estado.
¿Y qué relación hay con la distopía que has dibujado? Partiendo de que somos animales racionales y con instintos muy básicos, las sociedades del futuro, cuando vean amenazadas su existencia, y a través del miedo, los gobiernos de los diferentes países occidentales ofrecerán su ayuda a cambio de nuestra libertad. Ese día, ya nos habrán convencido de que es lo mejor para nosotros.
¿Y unos pocos van a decidir por toda la humanidad? En el pasado ya ha ocurrido. Y hay otro factor negativo para nosotros, que vivimos en sociedades acomodadas. Por ese motivo ya no protestamos en las calles, mira lo que está ocurriendo en España y en el resto de Europa. Pues ahora, esa actitud de abnegación y extrema confianza la traslada a las nuevas tecnologías. Significa, aunque ya estamos siendo advertido, no hemos dejado de consumir las distintas aplicaciones de IA que hay disponibles.
Ya, pero entre lo nuevo y la curiosidad, el valor lúdico y práctico, la indiferencia y frivolidad con la que reaccionamos, no admitimos el peligro que nos acecha… Hay una imagen que es la analogía perfecta, que dice que somos niños que estamos en la orilla de una playa construyendo castillos de arena, y que no vemos ni percibimos el tsunami que está a pocos metros, y que arrasará toda la superficie del planeta.
Una imagen muy aterradora y un pensamiento muy orwelliano, ¿no? Es solo uno de los posibles escenarios que expongo en Fragmentos del futuro. El problema es que no soy el único que está convencido de que puede ocurrir. Es la factura que hay que pagar por los avances tecnológicos.
En tu adolescencia, ¿cuántas veces leíste 1984 y Fahrenheit 451? Eran algunos de mis libros favoritos.
Ahora entiendo. Y me parece una visión muy sombría y dramática, la que está trasladando al futuro… Esas dos novelas que has mencionado antes son distópicas.
¿Y? Que toda la sociedad debería leerlas en la actualidad y hacer un juicio crítico.
¿Para qué? ¿Has oído la expresión: que vienen el lobo?
Sí… Pues es la versión moderna de los peligros de la IA.
¿Cuántas veces has visto las películas de Terminator? En ningún momento he hablado de una IA con conciencia propia, que va a destruir la humanidad.
Lo sé, estaba siendo sarcástica ante el escenario que estás fotografiando… Quizá los efectos finales no se vean hasta el 2090 o en cien años, pero si nadie lo impide, ocurrirá. Mira todas las líneas rojas que ha traspasado el actual presidente de España. Hace diez años, ¿quién se hubiera atrevido a decir que un político socialista se apropiaría de todas las administraciones y empresas públicas? ¿Que tendría una actitud déspota y autoritaria? ¿Qué la frivolidad y provocación eran parte de su ADN? ¿Qué sus mentiras eran cambio opinión? ¿Qué la manipulación de lenguaje y la verdad construirían nuevas realidades?
Es la analogía perfecta, y también ha sido la excusa y necesidad de que escribieras Culpable… La verdad es que le tengo que agradecer su existencia política.
Noly Salgado, editora.
Denia, 17 de febrero de 2024