La entrevista libro de Laura 04 es el segundo fragmento de la conversación que he mantenido con Rowland, el propósito es facilitar a quienes lean esta transcripción, una experiencia positiva y agradable, de la conversación que he mantenido con el autor de un libro triste y romántico.
Antes has respondido que no sueles hacerte preguntas filosóficas… Es cierto, porque no soy de esas personas que vive en una constante preocupación existencial, que termina por crearte angustia y estrés. Ni tengo esa actitud de indiferencia y superficialidad, porque sea un privilegiado, al haber nacido en Europa, sino porque no es sano vivir atormentado. Aunque soy consciente, de que algún día mi participación en esta partida de ajedrez, se habrá terminado para mí. Por ese motivo, he intentado buscar respuestas a través de la literatura.
Una vez me confesaste, que tu educación académica y literaria ha sido muy tardía, ¿qué inconvenientes y ventajas has sacado para tu beneficio? La parte negativa, son mis escasos conocimientos, que lo he intercambiado con curiosidad y muchas horas y años de lectura. Y, en el reverso de esas limitaciones, está la vida social de la que he disfrutado, y ya no tengo. Otra ventaja es mi percepción del nacimiento, la vejez o la muerte. Aprender de los errores. La adquisición y asentamiento de conceptos y valores, como la amistad, el sacrificio, la belleza, la bondad y la violencia o la lealtad, han aportado mucho a mi oficio y personalidad.
¿Y Rowland de pequeño? Intuía que no era igual que el resto de los niños de mi colegio y del instituto.
¿Y qué te ocurrió al cumplir los veinticinco años? Que estaba perdido, y al final dejé de escribir. No sería hasta pasado unos años, cuando me propuse, ser novelista. Es un extenso capítulo de mi vida, que tuve que soportar para llegar a narrar algunos de los libros que están en el catálogo de la web.
¿Y tus cimientos más antiguos? Están construidos de poesía y teatro.
¿Y en el hogar en el que te criaste? No había libros ni obras de arte, con lo que no tuve referencias culturales. Ni había nadie que me indicara por dónde ir. Mi padre y mi madre nacieron en los primeros años de la posguerra civil. Sabían lo que era el frío y el hambre, y no tener juguetes en Navidades, ni una infancia feliz. Una herencia que adquirí para la construcción de mi escala de valores y prioridades. Y, aunque nunca he pasado las penurias de aquellos hombres y mujeres que sobrevivieron a las primeras décadas de una España sumida en la desesperación y la pobreza más absoluta, han sido mi plantilla y una advertencia, por las comodidades y lujos que ahora se han naturalizado: farmacias abiertas, supermercados con alimentos, agua potable, calles asfaltadas y alumbrado, calefacción o acceso a Internet. Hay colegios, institutos y universidades públicas. Hay cines y teatros, restaurantes… Un contraste generacional que muy pocos saben valorar, y otros frivolizan desde un posicionamiento privilegiado en el Congreso.
¿Te sientes cómodo hablando de política? No, pero estoy obligado a expresar mi opinión, a pesar de los riesgos.
¿Y te da igual? Se supone que vivimos en una Europa democrática, ¿no?
Se supone… Ya.
Vale, seguíamos avanzando, ¿has escrito algún ensayo político que tengas guardado? Hace años escribí muchos folios, con lo ocurrido en Cataluña el 1 de octubre de 2017.
¿Y qué les pasó a esas páginas? Que quedaron olvidadas.
¿Y eso? Sería un ejercicio literario y académico para ampliar mis conocimientos.
Explícate… Lo que hicieron Carles Puigdemont y Asociados, es abrir las puertas para adentrarme en un nuevo escenario académico y creativo. A partir de ese momento, escribiría varios ensayos y novelas con un trasfondo político y social. Después vinieron otros personajes del Congreso, que también ayudarían a dar un impulso a seguir escribiendo novelas con ese perfil narrativo tan inusual.
Y el presidente, ¿ha sido una gran aportación a tu literatura? La verdad que sí, porque Pedro es el mejor asesor literario que he tenido. A él le debo La Trilogía de Izan.
¿Y cuál es la primera novela que escribiste con personajes reales? Traidores
¿Y? Que está en otro cajón.
¿Y eso? Le faltaba profundidad cronológica, y comencé a escribir cuentos basado en El Principio, y Evolución.
¿Así de sencillo? Así de sencillo.
¿Y la última novela que has escrito? Culpable, que pertenece a La Trilogía de Izan.
¿Y los motivos para escribir este subgénero de la novela urbana? Dar testimonio de lo que ocurre en España, pero también es una burla a esos personajes reales, y una crítica social y política a nuestro sistema democrático.
Hasta el 1 de octubre de 2021, ¿no sabías nada de temas políticos y de economía? Cero. También significa que tenía un interés negativo en saber de temas políticos y económicos. Nunca me había llamado la atención la sociología, ni quienes estaban en el Congreso. Vivía en una burbuja de ignorancia y mentiras en la que era feliz, hasta que salí de ella.