VOY A COMENZAR
Voy a comenzar por un tema muy técnico y a la vez muy creativo. Sabemos que solo hay varios párrafos escritos del primer capítulo de ¿Un piquito?, y que hasta dentro de varios meses no te pondrás a escribir la novela, la pregunta es la siguiente, ¿qué tipo de escritor puede ser tan frío, en un sentido pragmático, para poner una fecha aproximada, y llegado ese día comenzar a escribir, así sin más? Ya lo he comentado alguna vez, es oficio. Y eso significa, que después de tantos años de lectura y escribir, he adquirido cierta naturalidad narrativa.
¿Automatización? Igual que la de un hombre que está alicatando suelos y paredes durante varias décadas, y al final adquiere una destreza innata para su trabajo. Esa sería la explicación resumida.
Ya, pero cuando se va acercando el día señalado en el calendario, supongo que te irás documentando… No te creas, la documentación la suelo hacer en tiempo real.
¿Y el motivo? Porque esa información que voy adquiriendo me sirve para escribir.
Desarrollo de la trama, personajes y escenarios… Exacto.
Admito que escribir a tu nivel, está fuera de mi comprensión… Igual que para mí, está fuera de toda comprensión la escultura, dibujar una obra maestra en un lienzo, entender el lenguaje musical, la electrónica de un circuito integrado o la creación de nuevas matemáticas.
Vale, retrocedamos a tu época en el instituto, ¿creías que a esa edad terminarías siendo el escritor que eres? Ni cinco piñas coladas.
¿Jamás calculaste la posibilidad de llegar a escribir una novela? Ni siquiera que escribiría cuentos infantiles.
¿Y en el instituto? Un desastre. Si te digo la verdad, nunca terminé el instituto.
Yo lo sé, pero no los lectores… Yo he partido de una base, digamos muy frágil. En casa de mis padres nunca hubo libros, eran niños de la posguerra, y no se criaron con libros. A ese contexto le tienes que sumar que me diagnosticaron dislexia, y que era un pequeñajo muy tímido, que no le importaba jugar durante horas solo en su habitación y a la vez era muy travieso.
¿Y en el colegio? Muy mal, porque perdí dos años de curso escolar por culpa de un accidente de tráfico cuando tenía nueve años, y mi relación con los profesores era horrible. Una actitud que trasladaron al resto de los niños de la clase. Una suma de factores que hizo que mi desarrollo académico se interrumpiera, y me adentré un laberinto oscuro, del que no salí en muchos años.
La parte positiva es que eres un ejemplo que perseverancia y superación… Son dos de los rasgos que me definen y que he ido desarrollando con los años. Antes era más pesimista conmigo, pero mis propios errores y aciertos me han ido orientando hacia el lugar donde debía de ir. Y si a esa actitud, le suma otros aspectos positivos que he ido adquiriendo o ampliando de mi personalidad, tienes ante ti a un hombre que nunca será desleal ni consigo mismo ni con nadie que esté a su lado.
¿Qué consejo le daría a alguien joven que está perdido y no sabe qué hacer? Que no dude de sus decisiones, que desconfíe y aprenda de cada error que cometa. Que haga locuras, pero que a la vez tenga hábitos sanos y sea positivo. Y, por último, que sea buena persona, que lea todos los días, que viva en otros países o que viaje cuando pueda permitírselo.
Noly Salgado, editora.
Denia, 11 de abril de 2024