Que las intenciones de Keith W. Rowland al escribir MANTIS RELIGIOSA y el resto de la pentalogía son estrictamente literarias. No hay dolo, ni pretende que terceras personas hagan daño a Pablo Iglesias Turrión. Es más, su vida privada le es indiferente, aunque le agradece, igual que la EDITORIAL, su existencia política y mediática.
Respecto al autor de MANTIS RELIGIOSA, afirmo que es una de las personas más racionales que he conocido en mi vida. Rowland es apolítico, y con una ética tan elevada que me ha asombrado, y no soy una mujer que se sorprenda con facilidad. Lo sé por todas las conversaciones que hemos mantenido, y porque he corregido el libro en varias ocasiones.
Rowland no basa su relato y opiniones en simples frases huecas o prefabricadas, sino que parte de un concepto de libertad y pensamiento crítico que es puro y sin matices o contradicciones. Rowland, en cualquier debate, estructura sus argumentos con datos, hechos históricos y preguntas directas para las que ninguna feminazi o socialcomunista tienen respuesta. Al menos una respuesta que encaje con la realidad, y no con su propaganda e ideales políticos.
En resumen, Pablo Iglesias Turrión es uno de los personajes de la novela, porque él se ha expuesto tanto en el escaparate mediático de la hipocresía que ha creado una caricatura de sí mismo, llamando la atención de toda la sociedad española y, en especial, de Relieve y del propio Rowland. Por esa ofrenda, le damos de nuevo las gracias al “difunto”. Sin su presencia en la escena política y sus declaraciones públicas, la colección de MANTIS RELIGIOSA no existiría.
María Fuentes, editora.
Zaragoza, 11 de abril de 2022