Hay tanta belleza en Culpable, que muy pocos hombres y mujeres se resistirán a reconocer que las páginas escritas por Rowland son una obra maestra. El lenguaje poético que ha utilizado, las expresiones filosóficas y el silencio que expone en algunos de los párrafos, la profundidad psicológica y espiritual que percibimos en los capítulos, o las descripciones de la catedral de La Almudena; e incluso permanecer en los sótanos del Infierno, las fotografías de Inma y cuando Izan yace moribundo, son suficientes muestras de su extrema sensibilidad, tristeza y talento humanístico.
Hace unos años, si alguien, aunque hubiese sido padre, me hubiera asegurado de que iba a participar en un proyecto literario y artístico de la magnitud que nos ha ofrecido Rowland y en el que están incluidas sus aportaciones a la web de la editorial, y lo que ha significado en mi oficio el haberle conocido, no le hubiera creído. Nadie está preparado para una ofrenda y oportunidad que trascienda nuestras rutinas, y por eso le doy las gracias; ya que pertenezco a un grupo reducido de colaboradores que han hecho posible que un manuscrito llegue a transformar nuestras vidas y la percepción de las palabras más trágicas y mitológicas que he contemplado jamás
Noly Salgado, editora
Denia, 15 de abril de 2024