Las referencias culturales que encontramos en Culpable están justificadas y son una aportación valiosa a la historia de Izan e Inma, porque establecen puntos que se conectan entre sí, aportando una riqueza de matices y profundidad narrativa que hace lectura más agradable. Rowland, con esa herramienta, literaria no ha omitido los peligros de las referencias culturas, que en el futuro podría hacer que una novela envejeciera mal; perjudicando a Culpable y la percepción que tuvieran otras generaciones del autor.
Y un último apunte: a pesar de que hay muchísimas de referencias urbanas, cinematográficas e incluso literarias, Rowland no se expone en el escaparate de la frivolidad, que harían de él un escritor vanidoso por querer demostrar su cultura en las páginas de Culpable. Al contrario, ya he marcado al inicio de mi reseña, que cada espejo y ventana que ha insertado sirven para amplificar la historia y describir a Izan e Inma, y por extensión al presidente, que va adquiriendo sus conocimientos y percepción del arte y la belleza, de ese joven matemático que trabaja para Google. Aun así, la última palabra, de la certeza o errores de Rowland, la tienen quienes lean la novela que vamos a publicar.
Teresa Fuentes, editora
Zaragoza, 3 de abril de 2024