Nadie puede negar que, desde una perspectiva literaria y sociológica, el presidente de España es un hombre fascinante en los aspectos más negativos que le caracterizan. En teoría, es una persona que ha leído muy pocos libros, y comparto ese pensamiento porque ha mostrado ante las cámaras ser una silueta frívola, seductora y rencorosa. Tres cualidades que en su conjunto resta y provoca el rechazo del público.
Aun así, gracias a su comportamiento y exposición innecesaria, entrelazado con las mentiras y contrariedades, Rowland ha escrito una trilogía extensa y a la vez corta, con Herida y Prohibido, que no dejará indiferente a nadie. Cientos de páginas de las que surgirán muchas preguntas y debates en las que participarán el autor y las editoras con los lectores.
En las páginas de Culpable, y en primera persona, Rowland describe a un hombre sin código ético ni moral. Ambicioso y obstinado que no ha tenido escrúpulos. Que su hipocresía y visión del poder político infringieron cualquier límite conocido en Occidente. Que no sentía vergüenza por haber estafado a sus votantes, reconociendo por escrito que sus ansias enfermizas de poder lo habían convertido en un personaje patético y peligroso.
En su diario personal, el presidente confiesa que resistiría hasta que el avión presidencial se estrelló en el Atlántico. Que vivió por encima de sus posibilidades, sin importarle que sus facturas y la de sus lacayos las pagan los ciudadanos. También confiesa que, en su tránsito, mientras celebraban su funeral de Estado, estuvo en un lugar blanco e inabarcable, en el que no había eco, ni puertas de entrada. Volvió entre los muertos, reconociendo sus errores, y que ya no era ese sociópata que dormía en la Moncloa.
En esas páginas que escribe, dice que se arrepiente de su falsedad e indiferencia, y del dolor que ha causado, y pide perdón. Ahora tiene el cuerpo de un chaval de veinticinco años, que ha estudiado un doble grado de matemáticas y psicología, y reconoce que le han concedido un siglo más de vida. Que Izan es lo que quiso ser de joven: inteligente, atractivo y un nómada que se rige por las leyes divinas. Por ese contraste de personajes que nos presenta Rowland, los conflictos que surgen, los temas que ha insertado en Culpable, y el desarrollo narrativo de sus historias, merece la pena leer todas las páginas que vamos a publicar en primavera.
Anabel Centeno, analista y correctora.
Toledo, 7 de febrero de 2024