Carles Puigdemont y el presidente de España están por encima del bien y del mal, igual que el resto de sus socios y lacayos. Esta premisa se sostiene porque esos mezquinos y miserables hijos de puta, también se sitúan en los márgenes de las leyes que modifican, borran o aprueban en el Congreso para el beneficio personal y político de esas élites con nóminas que pagamos a través de nuestros impuestos. Este sería el pensamiento resumido de Rowland, junto a lo ocurrido en octubre de 2017 en Barcelona, cuando intentaron dibujar un nuevo mapa de la Península Ibérica declarando, durante once segundo, la independencia de Cataluña.
A partir de esos acontecimientos, y de la cobarde respuesta de M. Rajoy, quien era presidente de España, el autor de Traidores vería una oportunidad literaria para escribir su primera novela con trasfondo política y social, y una realidad que estaban construyendo los independentistas, con la ayudara en diferido de todos los presidentes de España de los últimos cuarenta años. Hombrecitos que no quisieron buscar una solución a un problema complejo, Pero nunca he entendido por qué nadie ha tenido valor de modificar el código penal y las leyes electorales para exigirles un mínimo de un 10 % de votos para entrar en el Congreso. Así, nos hubiéramos ahorrado miles de millones de euros y la humillación que aún estamos sufriendo.
Ante ese mosaico patético con personajes horribles y reales, Rowland extrajo algunas piezas para escribir Traidores, una novela visual y una necrológica de nuestra democracia. A su vez, las páginas que vamos a publicar han sido la sinopsis y consecuencias de las leyes de inversión lingüística, que han erradicado la lengua española en las instituciones y centros educativos, que han defendido e inculcado el odio y el desprecio hacia el resto de España.
Matthew Evans, diseñador gráfico.
Sevilla, 9 de febrero de 2024