El ensayo sociológico y político que oculta Rowland en las páginas de Traidores, y las respuestas a los lectores y ciudadanos más sensibles, también nos habría preocupado si no hubiéramos leído Culpable y las primeras cien páginas de Traidores. Y aunque es cierto que yo soy más escéptica que Noly Salgado, Alicia Bosch o Antonio Fernández, tengo que reconocer, que las novelas de Rowland cumple una de las funciones básicas de cualquier obra literaria, ser entretenidas.
Pero también cumple otros requisitos para que Traidores sea bien acogida por el público y los libreros, porque es un relato ficticio con elementos reales. Los personajes principales y secundarios son muy conocidos en España, el título es muy representativo y resume en una sola palabra, de qué va la historia. Los capítulos son cortos y el estilo de Rowland, aunque es muy pulido, no es denso; su narrativa es limpia y entendible se extiende a través de sus páginas. Está bien estructurada la trama y los personajes con complejos. Hay ironía, y te hará reflexionar; por lo que hay suficientes características, para que Traidores sea otro éxito literario, aunque algunos hombres y mujeres odien un poco más a Rowland.
Teresa Fuentes, editora
Toledo, 7 de febrero de 2024